El defensor de derechos humanos británico-sirio Walid Saffour, quien ha vivido en el Reino Unido durante más de 40 años, dijo que quería regresar a casa tras el colapso del régimen del presidente Bashar al-Assad, que describió como un “milagro”.
Saffour, de 74 años, dijo el martes (9 de diciembre) que su prioridad sería visitar la tumba de su madre y que se le impidió hablar con ella antes de que muriera.
“Este régimen criminal nos ha impedido incluso hablar con nuestra familia en Siria”, afirmó. “Han hecho cosas injustificadas e increíbles”.
Saffour afirmó que se había negado a ser un “agente” del régimen y que había sido arrestado tres veces entre 1979 y 1981, tras lo cual abandonó el país.