Figuras de antaño y sus logros hacen vivir de la renta a sus partidos

El próximo 4 de febrero el país vivirá unas elecciones municipales que estarán marcadas, según la encuesta realizada a finales del 2023, por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), por la indecisión.
Y es que solo 2 de cada 10 costarricenses, dice tener claro quién se llevará sus votos para las municipales, el resto tiene opciones reales de convertirse en parte del electorado que suele abstenerse a ejercer el voto, que es cercano al 65% en promedio.
Dentro de los que tiene claro su voto, se encuentran aquellas personas que suelen sentir y ser parte de un partido por tradición familiar y convicción, un fenómeno que se desarrolla, sobre todo, en las zonas rurales.
Estas personas suelen apoyar al candidato de su partido, indistintamente de si lo conocen, de si tiene la experiencia requerida para el puesto, de si ha participado activamente en la política del cantón, su currículum laboral, propuestas a desarrollar, pasado político o comportamiento ante la ley.
Para el analista político, Sergio Araya, esto se debe, no tanto al cariño por los partidos, sino a la analogía que se tiene de los colores por ciertos líderes, que las personas asocian a buenas prácticas o logros.
“Es muy común que prevalezca más la adherencia, pero no tanto por los partidos, es más por un liderazgo, una figura conocida que tiene el respaldo de las personas por los logros que le dio al país o a las personas individualmente. Son generalmente, motivaciones no racionales, incluso pueden existir reconocimientos, como la gratitud por un hecho o la herencia familiar”, comentó Araya.
El analista es enfático en que este fenómeno podría desaparecer en los próximos años, debido a que las generaciones más jóvenes, ya no comulgan con estas prácticas, y suelen dividirse, entre los que son muy críticos y los que no están interesados en introducirse en la política.
“Lo que sí se está advirtiendo en los últimos años, es que los nuevos electores se van a decantar más por ideas fuertes, con las que se logren identificar, es decir, temas que les interesen y por los que sientan empatía, más que por ser parte de una agrupación”, explicó Araya.
Por último, Araya comentó que muchos partidos solían vivir con la tranquilidad del apoyo cada periodo electoral, que no requería de mucho esfuerzo para captar potenciales votantes, lo que se conoce popularmente como vivir de la renta.
Sin embargo, la irrupción de los partidos cantonales ha desequilibrado el estatus quo (orden natural de las cosas) en los cantones, por lo que en el 2020 ya eran 12 las alcaldías que contaban con un partido cantonal en el poder.