
Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, amenazó con imponer aranceles del 100% a los productos BRICS si el bloque adopta una moneda común o reemplaza al dólar en sus transacciones. Trump considera absurda la idea y reafirma la fortaleza del dólar en la economía global, según publicó en una red social.
“Exigimos que estos países se comprometan a no crear una nueva moneda BRICS ni a apoyar ninguna otra moneda que reemplace al poderoso dólar estadounidense. De lo contrario, sufrirán aranceles del 100% y tendrán que decir adiós a las ventas a la maravillosa economía norteamericana”, afirmó Trump.
Los BRICS, un grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, fue creado en 2006 y ampliado en 2023 para incluir a países como Arabia Saudita e Irán. El bloque representa casi la mitad de la población mundial y reúne a economías emergentes. de gran relevancia.
Desde 1944, el dólar estadounidense ha sido la principal moneda del comercio global, pero su centralidad genera dependencia y vulnerabilidad para los países emergentes, especialmente en tiempos de inestabilidad económica o sanciones internacionales.
Un ejemplo fue la exclusión de los bancos rusos del sistema SWIFT tras la invasión de Ucrania. Rusia comenzó a comerciar con otras monedas y China, un socio comercial, comenzó a utilizar el yuan en transacciones internacionales, fortaleciendo su economía.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva aboga por que los BRICS adopten monedas locales en sus transacciones y fortalezcan el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) para reducir la dependencia del dólar y de las instituciones financieras occidentales, como el FMI. Iniciativas como el acuerdo entre el Banco Central de Brasil y China ya permiten transacciones directas entre el real y el yuan, sin conversión a dólares, con el objetivo de reducir costos y aumentar la eficiencia comercial. La creación de una moneda única o la sustitución del dólar por los BRICS enfrenta desafíos importantes, como las diferencias políticas y culturales entre los países miembros y la complejidad de cambiar el orden financiero global en el corto plazo.
Reemplazar el dólar con monedas alternativas dentro de los BRICS tiene el potencial de cambiar la dinámica del comercio internacional, pero enfrenta una fuerte resistencia de Estados Unidos, que busca proteger su influencia económica y geopolítica.