Las bandas utilizan un personal denominado “Campanas” para monitorear la zona y amedrentar a personas

Imagínese ir circulando por alguna de las calles de algún barrio del país y que de pronto le salgan sujetos armados en media calle, amenazandolo solamente por estar en ese punto.
Pues esta es una realidad que están viviendo los vecinos de muchas comunidades en nuestro país.
Este es el caso de esta mujer de la zona de Desamparados, a la que llamaremos Karla por cuestiones de seguridad.
Ella cuenta que ir a buscar a una señora en un barrio de Desamparados le provocó el mayor susto de su vida.
“Fue horrible, porque uno tiene derecho a estar donde uno quiera en Costa Rica, es parte de lo que uno como ciudadano puede hacer, siempre y cuando no esté cometiendo un delito”, explicó Karla.
Y es que el cobro de peajes y las amenazas para mostrar el poder, es algo que puede llegar a llamar la atención de los niños de esas barridas.
“Es preocupante para todos los que vivimos en esas zonas, porque los niños crecen viendo el poderío de estas personas y como amedrentan a las personas, entonces quieren ser iguales”, comentó la mujer.
El poder de estas organizaciones cada vez se expande más y las personas de bien ya no saben qué hacer para no poner en riesgo su vida.
“Pero no deberíamos vivir así, porque es preocupante cómo van agarrando cada vez más zonas para sus delitos”, concluyó Karla.
Ante esta situación, desde el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) reconocen que hay ciertos puntos en comunidades como: Pavas, Linda Vista, Guararí y El Infiernillo que han sucumbido al poder del hampa, y son catalogadas como zonas fallidas, porque ahí lo que impera es la ley de los grupos criminales.
“Es una realidad que estamos teniendo en varias zonas, porque se está generando esta particularidad, y ahí es donde nos preocupa que puedan darse zonas fallidas, donde las fuerzas policiales no puedan entrar a estos lugares para trabajar”, aseguró el director general del OIJ, Randall Zúñiga.
Este tipo de actitudes de las bandas delictivas se dan para proteger su territorio, pero también para evitar que sus bunkers sean tomados por grupos rivales, pero ¿Cuál es el perfil de los denominados campanas?
“Normalmente son personas que se logran camuflar muy bien dentro del entorno, porque siempre están en las esquinas, algunos son consumidores de droga o son indigentes, porque pasan ahí continuamente, entonces no llaman la atención”, detalló la criminóloga, Laura González.
Al hacer la comparación con países como El Salvador, donde se habían creado las llamadas fronteras invisibles o de la muerte, los expertos en temas de seguridad, creen que estamos a poco tiempo de llegar a la violencia que vivió esta nación hace unos años atrás.
“Toman ciertas regiones, le faltan el respeto a la policía y toman posesión de los territorios, pero no de forma formal, como el Gobierno. Después instauran un gobierno del terror, porque son grupos terroristas”, explicó el criminólogo, Esteban Ruiz.
Los analistas concuerdan en que lo que se necesita es dotar de recursos a los cuerpos policiales, para dar una lucha frontal al crimen organizado y así evitar que estas organizaciones delictivas, se empoderen aún más.
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