
En lo que va del año, al menos tres abogados costarricenses han sido asesinados a balazos.
El primer caso ocurrió el 27 de febrero en La Unión de Cartago, cuando dos sicarios en una motocicleta interceptaron al exjuez y abogado penalista Luis Diego Ulloa Rodríguez.
Solo un día después, en Nicoya, Guanacaste, asesinaron a balazos a otro abogado de apellido Quirós y de 43 años. El principal sospechoso del crimen fue un adulto mayor de 80 años que era cliente del litigante y que estaba molesto por un trabajo que le estaba haciendo.
El tercer caso ocurrió el pasado 16 de agosto. La víctima fue Jorge Ramírez, el abogado de Tony Peña Russell, sospechoso de liderar un grupo de sicarios en Limón.
En dos de los tres casos registrados, los abogados eran defensores de bandas criminales.
Ahora, el Colegio de Abogados se encuentra muy preocupado por la situación y por eso estableció una Comisión de Crimen Organizado para analizar a fondo el tema.