
El dictador Daniel Ortega acaba de ampliar su ley mordaza para ahora perseguir y encarcelar a sus opositores, incluso aquellos exiliados fuera de Nicaragua.
La medida busca imponer penas de hasta 10 años de prisión a quien ataque a Ortega por redes sociales, ya sea por comentarios en posteos o hasta por un like.
De acuerdo con la ley, se castigará con cárcel a quienes, en el país o en el exterior, difundan publicaciones que causen “alarma, temor, pánico o zozobra”.
También se sancionarán los comentarios que promuevan “la discriminación, el odio o la violencia”, así como aquellos que pongan “en peligro la estabilidad económica y social, el orden público”.
La nueva norma endurece la ley de ciberdelitos de 2020, que llevó a la acusación y arresto de muchos opositores y periodistas en Nicaragua por “propagación de noticias falsas”.