El castigo se debe a los ataques contra el defensa argentino Marcos Acuña y el entrenador Quique Sánchez Flores

La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha ordenado al Getafe cerrar parcialmente su estadio durante tres partidos tras los insultos racistas y xenófobos sufridos por el entrenador del Sevilla, Quique Sánchez Flores, y el jugador Marcos Acuña en el partido de LaLiga del sábado.
El árbitro Iglesias Villanueva detuvo el partido en el minuto 68 como parte del protocolo de LaLiga contra el racismo después de escuchar a los aficionados en las gradas llamar “mono” al defensa argentino y “gitano” al entrenador español.
El club también ha sido multado con 27.000 euros (29.000 dólares).
La RFEF señaló en un comunicado que la zona cerrada en las gradas deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes en el fútbol y de apoyo al juego limpio.
El fútbol español se ha visto empañado por varios incidentes de racismo en los últimos años, siendo el brasileño Vinicius Jr, del Real Madrid, el más afectado en los partidos de la liga de ese país.